La Estrategia de Seguridad Vial marca la hoja de ruta de los vehículos eléctricos y la conducción automatizada y sostenible

«Todas las partes implicadas debemos hacer un esfuerzo para divulgar entre la población las características de las nuevas tecnologías y de los vehículos eléctricos. Si no las explicamos bien, fracasaremos, por mucho desarrollo tecnológico que tengamos».

«Sin  formar a los conductores difícilmente conseguiremos una movilidad conectada, segura y sostenible».

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, presentó el pasado día 9 de junio en la DGT la «Estrategia de Seguridad Vial 2030, la nueva hoja de ruta para reducir a la mitad la mortalidad en carretera a lo largo de la década en curso».

Dicha estrategia pretende ser el marco nacional de referencia para la política de seguridad vial hasta el año 2030 y actúa de manera transversal sobre la infraestructura, los entornos, los vehículos, el post accidente y el usuario, a través de la legislación, la vigilancia, la tecnología, la educación y la formación. El objetivo de la estrategia está alineado con los de organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas o la Unión Europea, y consiste en reducir un 50% el número de fallecidos y heridos graves en siniestros viales.

Entre las medidas para el periodo 2022-2023, relacionadas con los vehículos eléctricos y los Sistemas de Ayuda a la Conducción (ADAS), cabe destacar las siguientes:

  • Fomentar el uso de vehículos con cambios automáticos en los exámenes del permiso de conducir, con el fin de facilitar el desarrollo del vehículo eléctrico.
  • Implementar el nuevo permiso de conducción B1, para que jóvenes de 16 años puedan conducir cuadriciclos de motor (eléctrico en la mayoría de los casos), siempre que no rebasen los 90 km/h, y cuya Masa Máxima Autorizada (MMA) no supere los 400 kg.
  • Incorporar al sistema de vehículo conectado, a través de DGT 3.0, las obras de conservación y mantenimiento, los transportes especiales y las pruebas deportivas.
  • Desarrollar campañas de divulgación sobre la nueva generación de ADAS.

Según Raül Viladrich, portavoz de ONCAS: «Estas medidas introducen de forma clara y decidida las nuevas propulsiones eléctricas y las nuevas tecnologías (ADAS, vehículo conectado, eléctrico, etc.) en la movilidad de la ciudadanía y de las personas que conducen vehículos, ya sean noveles o experimentados.

»No debemos olvidar que, para que exista un uso adecuado, seguro y eficiente de los avances, todas las partes implicadas debemos hacer un esfuerzo para divulgar entre la población las características de las nuevas tecnologías y de los vehículos eléctricos. Si no las explicamos bien, fracasaremos, por mucho desarrollo tecnológico que tengamos».

La Estrategia se estructura en 9 Áreas, con 62 líneas de actuación en total; en la mayoría de las áreas aparecen acciones relacionadas con los vehículos eléctricos, conectados y con altos niveles de automatización propiciados por los sistemas ADAS.

De esta manera se pretende potenciar el papel de las tecnologías de los vehículos, como instrumento para el cumplimiento de la norma, mejorar la conectividad y la digitalización para una movilidad segura, promover nuevos sistemas de seguridad en los vehículos y obtener ayudas que impulsen la renovación del parque móvil.

Según Roberto Ramos, miembro de la Comisión ONCAS, es importante destacar el área estratégica 1: «Personas Formadas y Capaces», concretamente la línea de actuación 2 (mejorar la formación durante el acceso al permiso de conducción) y el área estratégica 5: «Vehículos seguros y conectados, concretamente la línea de actuación 1 (promover nuevos sistemas de seguridad en los vehículos y mejorar el conocimiento de las nuevas tecnologías por parte de los conductores).

«Sin formar a la población conductora, difícilmente conseguiremos una movilidad conectada, segura y sostenible», afirma Ramos, y promete que «el Observatorio trabajará duramente para convertirse en un puente entre la tecnología y las personas, algo que es vital».

Ramos y Viladrich coinciden en que «estamos en el momento adecuado para dar un salto importante en la movilidad y la seguridad vial y familiarizar con sus postulados a los ciudadanos; se trata de conseguir ese objetivo compartido que es el de la VISION CERO, cero víctimas mortales en siniestros viales en 2050».